Hace
muchos años, las grandes empresas mexicanas en el ramo inmobiliario apostaban a
las creaciones de nuevos complejos en la meca de la construcción de ese
entonces: el antiguo Distrito Federal, hoy conocido como Ciudad de México, y
así fue que nació una urbe que hoy es sede de muchos de los mejores trabajos
arquitectónicos del país.
Las
constructoras de peso en la república dejaron su huella en dicha ciudad con desarrollos
mixtos de gran importancia, y hoy esas empresas buscan nuevas rutas para
plasmar su magia enriqueciendo nuestro territorio con elementos de vanguardia,
distinción, modernidad, pero sobre todo practicidad.
Por
ejemplo, podemos hablar del mercado inmobiliario de Querétaro, cuyo crecimiento
está en pleno auge. En la industria se han fijado inmejorables precios en esa
comarca, sin olvidar su efervescente economía y su atractivo turismo, por lo
que resulta una excelente opción para ubicar una empresa, establecer diversas
oficinas y desde luego, adquirir un hogar o casa de descanso.
Un
estudio realizado por la Cámara Nacional de la Industria de Desarrollo y
Promoción de Vivienda (CANADEVI) dice que de acuerdo al precio por el que se
vende un departamento de tamaño mediano en la Ciudad de México, se puede obtener
una casa de buen tamaño en Querétaro, haciendo referencia clara a los costos
diferenciados entre una y otra ciudad.
Por
ello es que podemos decir que dicho Estado está en un apogeo inmobiliario que significará,
en algunos años, una rica fuente de nuevas piezas magistrales compuestas por
acero y granito, lo que representarán una mejor plusvalía para quienes han
decidido emigrar hacia allá.
En
unos meses más se abrirá Paseo Querétaro, proyecto localizado en la zona
centro-sur de la ciudad y es el mayor desarrollo planeado en cuanto a
componente residencial, área financiera y comercial del Estado se refiere.